Oscar Pistorius es un pibe sudafricano que el 22 de noviembre cumplió 21 años. Coqueteó con el tenis, el waterpolo y el rugby. Manejando la ovalada, en enero del 04 sufrió un duro golpe en una rodilla y decidió dedicarse full time al atletismo. Experto en velocidad, logró la segunda posición en los 400 metros llanos de los Nacionales, disputados el 17 de marzo, en Durban. Oscar, al que los amigos llaman Oz y los especialistas Blade Runner, no sería un corredor del otro mundo si no fuera porque tiene amputadas las dos piernas.
Pistorius nació sin peronés, por lo que a los 11 meses le cortaron ambas piernas por debajo de la rodilla. Desde chico se acostumbró a caminar con prótesis y en la adolescencia prefirió utilizar las llamadas Cheetas, unas extremidades de fibra de carbono de última generación, con forma de J. "Estas han sido mis piernas y no las cambio por nada", le dijo Oz al New York Times en referencia al diseño de la fábrica islandesa Ossur.
Siendo un adolescente, en los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004, se llevó a su casa dos medallas: un oro en los 200 metros y un bronce en los 100. Uno de los testigos del logro en Grecia fue Gerry Versveld, el médico que lo operó de bebé. Establecido como el corredor "discapacitado" más veloz del planeta, se adueñó esta temporada de los tres récords mundiales de la velocidad, con registros increíbles: 10s91 en los 100 metros, 21s58 en los 200 y 46s34 en 400. Los tiempos de 200 y 400 le habrían permitido, por ejemplo, coronarse campeón en el Nacional disputado en la pista del Cenard, en octubre último.
Dispuesto a pedir más desafíos, Pistorius comenzó a competir con atletas "normales" en Sudáfrica, en el 2005. Ese año fue invitado a correr en el Grand Prix de Helsinki, pero los exámenes del secundario le impidieron medirse con la elite del atletismo. Debió esperar hasta el 13 de julio de este año, cuando tomó parte de la Golden Gala de Roma, uno de las competencias top de la temporada. Allí participó en la Final B de los 400 metros, en donde tras una mala largada, levantó el ritmo en el cierre y llegó segundo.
Tamaña demostración de poder hizo más que natural que Oz se la jugara a formar parte del equipo olímpico sudafricano. La marca para integrar la cuarteta de la posta 4x400 metros en la cita en la capital china es de 45s95, un registro que no aparece descabellado para las posibilidades de un corredor de la juventud de Pistorius.
Sin embargo, los sueños olímpicos del rubio están a punto de quedar archivados. Si bien la Federación Internacional (IAAF) dará su veredicto oficial el próximo 10 de enero, ya trascendió el informe que resume el estudio biomecánico realizado el mes pasado por un equipo de una docena de técnicos liderados por el alemán Gert Peter Bruggemann, en la Universidad de Colonia. Tras gastar casi 30.000 euros en una sola jornada, que incluyó carreras al aire libre por la mañana (en la que se le midió el consumo de oxígeno) y una serie de filmaciones de alta velocidad por la tarde, el equipo germano determinó que las prótesis (valuadas en 24.000 euros) le permiten a Pistorius recuperar el 90% de la energía en carrera, una gran ventaja con respecto a un velocista normal, que reabsorve el 60%. Por eso no sería autorizado a tomar parte de los Juegos aun cuando logre el tiempo mínimo.

"No me veo como un discapacitado", se defendió Pistorius, quien se niega a recibir tratamiento diferenciado. "Espero que entiendan que soy un atleta normal, sólo que no tengo piernas".
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